Hay un lugar donde no entra el ruido
donde no soy origen, ni cuerpo, ni sombra
tal vez un leve pulso
una partícula que no se inflama.
Ahí me encuentro sin quererlo
me pierdo sin remedio para saber
que nunca fui del todo un proyecto
y una duda que me hizo estremecer.
Porque no hay juicio, ni gloria en el espacio
solo un temblor que me abraza con violencia
y en la cueva callada del alma
está mi mundo sometido por el tiempo