Viaja con el viento
y el silencio es su compañero,
la oscuridad del olvido mutiló sus delirios
y el infinito se encaprichó de sus deseos
desterrando con desprecio el buen criterio.
Loca, la llaman loca
y se mira al espejo y danza sin cesar
en una rueda espectral
absurda marioneta sin cuerda
sin fuerza para levantar la cabeza.
Pero mira de frente, rastrea las dudas
escarba en los sueños
y recupera un mañana propicio
con el aliento embaucador del alba
que se despereza en los brazos del futuro.
Destino escrito con letras de humo
palabras lanzadas en una diana sin blanco
pintado en una pizarra de vergüenza
porque la llaman loca, y se mira al espejo,
danza y danza y danza, hasta caer al suelo
5 comentarios:
Un placer leerte en este espacio y en este poema.
Muchas gracias, Anónimo.
El poema es duro.
La vida es dura.
Y el destino de cada uno no está en nuestras manos.
Todo es posible.
Besos.
La vida es un danzar constante, y sí, a veces estamos un poco locos.
Abrazos.
Hermoso poema
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