Un escalofrío recorre mi memoria
no hay resquicio por donde entre la esperanza;
hipotético futuro que solo ofrece incertidumbre.
No se calman los fantasmas que me acechan
ni los miedos que sin medida me torturan,
hay un demonio que perturba la mente
que empuja al silencio para que aúlle en la noche.
Escucho una campana en la lejanía
que sin clemencia grita mi nombre
y un poema escrito en la arena
mientras las olas vomitan mi sangre
6 comentarios:
Hace tiempo yo vivía en un poema como el tuyo.
Me parecía imposible escapar de ahí.
Escapé.
No es que ahora esté feliz, qué va, ni de lejos... pero aquel horror desapareció.
Besos y ánimos.
Tus palabras me dan ánimo. Hay esperanza. Gracias, Toro. Besos
Un poema desgarrador. Los miedos, los fantasmas, la tortura, los aullidos...
Parece imposible salir, pero como dice, Toro, se puede.
Besos querida, Arantza.
Gracias, Maripaz. Besos
Tristísimo poema Aratza. esas heridas algún día acaban cerrando tanto dolor, la vida te ofrecerá una nueva esperanza.
Abrazos.
La esperanza es lo ultimo que se pierde. Besos, Conchi. Gracias
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